La rutina diaria nos exige ritmos que pueden ser agotadores. Saber hacer pausas en esos momentos, es lo que nos regala espacios de calma en medio de nuestros días. Una de las formas de lograrlo es a través de diferentes tipos de meditación, que te daremos a conocer en esta nota.
Sigue leyendo para saber cómo la meditación puede mejorar nuestro ánimo, entregarnos más energía.
¿Por qué sirve meditar?
La meditación es una práctica antigua, que permite enfocarnos bajando el flujo de pensamientos. Esto permite un estado de relajación, calmando la ansiedad o el nivel de estrés con el que cargamos debido a la rutina diaria.
Meditar es una técnica, que a través de la respiración, provoca calma y relajación. Los beneficios que encontramos en la práctica constante es mantenernos más enfocados en lo que debemos hacer, bajando la cantidad de estrés con la que avanzamos a diario.
En ese sentido, la meditación tiene una serie de ventajas emocionales y físicas, como aumentar nuestra conciencia del presente, reduciendo el estrés y disminuyendo las emociones consideradas negativas, como podrían ser la rabia, tristeza, miedo, etc. Por otro lado, cuando dejamos de estar tensionados, podemos sentirnos más dispuestos a hacer tareas que impliquen creatividad o actividad física, lo que mejora nuestra salud y nuestro ánimo.
¿Qué diferencias hay entre meditar y mindfulness?
Como ya hemos explicado, la meditación es una práctica que a través de la respiración nos lleva a la calma, existiendo varios tipos de meditación, lo que nos permitirá realizar la que más nos acomode de acuerdo a nuestros tiempos o resultados al momento de hacerla.
Otra práctica que nos lleva a la calma, es el mindfulness. Esta técnica podría ser confundida con la meditación, pero no debería serlo, ya que la práctica del mindfulness requiere entre otras cosas el meditar. La finalidad es mejorar nuestra calidad de vida y traernos al presente, siendo conscientes de nuestros pensamientos y de cómo enfrentamos el ahora. El mindfulness se puede practicar a través de diferentes disciplinas, entre ellas la meditación, yoga, actividades que nos calmen o simplemente estar en un espacio calmado en el cual seamos capaces de comprender el flujo de nuestro pensamientos y bajar esas revoluciones.
Tanto la meditación como el mindfulness, permiten bajar el nivel de estrés y tener una forma más calmada para enfrentar el presente. Ambas técnicas y prácticas entregan herramientas para vivir el ahora, sin remordimientos por el pasado, ni ansiedad por lo que traerá el futuro.
¿Tipos de meditación?
Existen diferentes tipos de meditación. Descubrir el tipo que nos sea útil, nos permitirá implementarlo con más facilidad en nuestro día a día, pero además nos dará el incentivo para aprender más sobre otras meditaciones y técnicas que nos lleven a un estado más calmado de vida.
Descubre en estas opciones cómo meditar y qué tipos se ajustan más a lo que buscas y lo que puedes hacer.
Meditación guiada
La meditación guiada, como lo indica su nombre, es la que se practica con un guía que va abriendo paso y explicando el proceso de lo que debes hacer mientras la realizas. Este tipo de meditación puede tener dos utilidades, ayudarte si estás aprendiendo a meditar o bien trabajar aspectos específicos a través de meditación, como el trabajo de ciertas emociones, que pueden ser el perdón o la culpa, por ejemplo. Este tipo de meditación puede ser individual o grupal.
Meditación activa
La meditación activa, es la que se lleva a cabo con movimiento. Esta técnica supone que calmar el cuerpo y la mente a la vez, puede ser difícil, por eso se puede generar un espacio de meditación activa mientras mueves tu cuerpo. Es la capacidad de coordinar el equilibrio entre el movimiento, la respiración y nuestros pensamientos. Lo que este tipo de meditación permite, es ser consciente del ruido en la mente y calmarlo a medida que nos conectamos con nuestro cuerpo.
Meditación con mantra
La meditación con mantra es aquella que permite la relación a través de la emisión de sonidos, cánticos o palabras, que podrán ser palabras en sánscrito como el conocido “OM” o palabras y canciones a libre elección, que permitan calmar la mente. Esta meditación fortalece la concentración en un solo punto, el sonido que emites.
Meditación vipassana
La meditación vipassana es aquella que nos lleva a concentrarnos en la percepción, sin reaccionar. Ser capaces de ver a nuestro alrededor, reconocer nuestros pensamientos y sentimientos siendo espectadores de lo que sucede. Esta meditación lleva a reconocer las reacciones corporales, por lo que a través de ella harás un recorrido por todo el cuerpo para aprender de nuestro subconsciente y nuestras emociones.
Meditación zen
La meditación zen busca calmar los problemas de ansiedad y a la vez conectarnos con nuestro ser más íntimo, todo esto a través del control de la postura, la concentración y la respiración. Es por eso, que se debe practicar en espacios donde no haya distracciones o incomodidades. El foco para sentir y estar presentes en este tipo de meditación será el sentir nuestra respiración en el vientre y ser capaz de controlarla sin forzarnos.
¿Cómo practicar mindfulness?
El mindfulness nos invita a ser conscientes del ahora, por lo que su práctica que implica espacios de meditación, se implementa trayendo a nuestro día a día esa capacidad de comprender el tiempo presente.
Para comenzar la práctica del mindfulness, hay que buscar espacios tranquilos y tomar una postura cómoda en la que seamos conscientes de nuestro cuerpo sin forzarlo. Respirar y calmar los pensamientos, seguro hay muchos pero debemos dejarlos fluir. Observarlos poniendo atención a las sensaciones en el cuerpo. Poco a poco y con la práctica será más simple vivir el momento sin estar fijando los pensamientos en lo que ya se hizo o lo que tendrás que hacer.
La manera de implementar esta práctica en el día a día, es aplicarla en momentos que parecen simples, pero que nos permiten disfrutar el ahora. Disfrutar una taza de café, saborear nuestra comida y comerla con calma, apreciar la brisa en la caminata al trabajo o las cosas que nos gustan y nos traen al presente.
La implementación del mindfulness en la rutina ayudará a comprender la importancia del ahora, sin perder energías en un pasado que no se puede cambiar y en un futuro que aún no llega.
En el mindfulness siempre vivimos en el presente.
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