Tu bienestar depende del equilibrio que tengas entre tu cuerpo, mente y alma. A veces, las diversas situaciones del día a día no permiten que encuentres la armonía en estas tres dimensiones, pero ¡no desesperes! En este post queremos darte algunos consejos sobre cómo llevar una vida sana y en equilibrio. ¡Empezamos!
¿A qué nos referimos cuando hablamos de cuerpo, mente y alma?
¿Imaginas sólo poner atención y energía al cuerpo e ignorar las necesidades de la mente y el alma? El cuerpo, la mente y el alma necesitan estar en equilibrio para alcanzar una vida plena. Si alguna dimensión se desatiende, es posible que se manifiesten malestares.
Por una parte tenemos al cuerpo: su mantenimiento diario consiste en vestirlo, higienizarlo, alimentarlo. Actividades o acciones que no requieren mucha energía, ya que se realizan de forma rutinaria. Tu cuerpo requiere de buena salud y una buena imagen para que un lado de la balanza se encuentre estable.
Ahora bien, la mente es un factor predominante, puesto que en todo momento se presentan pensamientos y emociones. Si lo piensas en profundidad, ¿seríamos seres humanos si no usáramos la mente? Es importante conocerla, tener consciencia de ella e intentar mantenerla saludable.
Y por último, pero no menos importante, se encuentra el alma. Sí, el alma es la parte espiritual de las personas: en ella habitan las creencias, filosofías y tradiciones. Esta dimensión requiere, a su manera, también alimentarla y escucharla diariamente.
Consejos para dar equilibrio al cuerpo, mente y alma
Ahora que conoces de qué trata cada dimensión, entremos en materia: ¿cómo conseguir el equilibrio entre cuerpo, mente y alma? Es común encontrar personas que trabajan estos tres conceptos por separado, pero lo ideal es hacer actividades o aplicar técnicas que permitan cultivar las tres dimensiones por igual y al mismo tiempo.
Algunos consejos prácticos que puedes incluir en tu rutina para equilibrar los tres aspectos son:
Inicia el día con actitud y pensamientos positivos
Si atraes energía y vibraciones positivas, todos los aspectos de tu vida se tornarán en ese sentido. Al despertar, piensa en todo lo que tienes en tu momento presente; agradece, respira, sonríe y proponte nuevos retos.
Convive en armonía con tus seres queridos
Las personas felices procuran pasar tiempo de calidad con sus amigos y familia. Hacerlo refuerza los vínculos afectivos, mejora la autoestima, favorece la comunicación, entre otros beneficios. Así, la mente y el alma se fortalecen.
Haz ejercicio físico
El ejercicio físico no sólo hace que se trabaje el cuerpo, sino que la mente y el alma se vigorizan también. Por ejemplo:
- Con rutinas de ejercicios, liberarás o podrás controlar mejor tus emociones y aumentarás tu ritmo cardiaco.
- Con el pilates o el yoga conectarás contigo y lograrás encontrar el punto de concentración y paz.
- Con deportes como el fútbol o el básquetbol, podrás mejorar la coordinación y estimularás el trabajo en equipo.
Come saludable
Para que el cuerpo rinda y todos los órganos cumplan su función, es fundamental la alimentación ¡pero alimentación saludable! Se tiene la idea que comer sano implica hacer dietas rigurosas, pero no es así. Simplemente procura incluir abundantes frutas y verduras en tus comidas, incorporar colaciones saludables, tomar de 2 a 2.5 litros de agua diaria y evitar los alimentos procesados o con exceso de azúcares o grasas.
Descansa lo suficiente
¡No es lo mismo dormir que descansar! Puede ser que debido a preocupaciones o estrés, no puedas conciliar el sueño en las noches. Un buen consejo es meditar para dormir: hacerlo permitirá que el cuerpo se reponga y así empezar un nuevo día con energía y vitalidad.
Y por último, nuestro mejor consejo es combinar costumbres y rutinas que te hacen sentir mejor: sólo así podrás potenciar tu bienestar. Pero recuerda que lleva tiempo y constancia, no existe ninguna receta mágica. ¡Encuentra el equilibrio que tanto quieres entre tu cuerpo, mente y alma!
¿Y tú qué opinas? ¡Déjanos aquí tus comentarios!