Vivir Como Soñamos | Rosen > PETS > ¿Cómo adiestrar a un gato? Sí, ¡se puede!
A pesar de que no se oye mucho hablar sobre cómo entrenar a un gato, es posible hacerlo. Los gatos son animales más individualistas si se comparan con los perros, que son animales de manada. Pero por más autónomos que parezcan, siguen siendo animales, con facilidad para el aprendizaje. Así, entendiendo su lenguaje y comportamiento se pueden conseguir logros realmente interesantes.
Primeros pasos para saber cómo convivir saludablemente con un gato
Una de las primeras cosas que debes hacer para saber cómo educar a un gato es conocer cómo piensa y qué pautas de comportamiento sigue. Para esto, un buen comienzo será conocer cómo se comunica contigo.
- El maullido. Se suele atribuir a los gatos en su edad de cachorro, pero con el tiempo adaptan ese maullido a una llamada de atención para conseguir cosas de su tutor, es decir, de ti. Es un sonido que el gato no usaría para comunicarse con otros gatos, sólo contigo.
- El ronroneo, ese sonido tan característico que te regala cuando se siente súper confiado y cómodo contigo, aunque también lo puede realizar cuando se siente enfermo y lo realiza para tranquilizarse.
- Marcar con olores ciertos puntos de la casa, y no necesariamente con orina. Cuando un gato se restriega en los marcos de la puerta, en tu ropa o incluso en tu pierna o tu mano, en realidad está marcando con su aroma.
- Expresiones faciales y corporales. Olvida todo lo que sabes sobre el lenguaje corporal de los perros: los gatos tienen el suyo propio y, a veces, es incluso contrario al de los canes. Por ejemplo, cuando el gato mueve la cola suavemente, es una advertencia de que pares de acariciarlo. O cuando la mueve muy deprisa, probablemente esté vigilando a una “presa” (como una mosca, por ejemplo).
Conociendo a tu gato podrás ir poco a poco adiestrándolo de una manera cada vez más eficaz.
Consejos sobre cómo adiestrar a un gato
Aunque no hay una manera única para lograrlo, sí es posible seguir ciertas pautas y consejos que te ayudarán a la hora de hacerlo:
- Una de las premisas clave a la hora de adiestrar a un gato o, simplemente, convivir con él, es saber que se trata de un animal de costumbres. Fuertemente de costumbres. Si lo habitúas a salir al exterior por ejemplo, lo solicitará recurrentemente, sin embargo, si no lo hace, es probable que no le guste salir más allá de la puerta. Si se habitúa a estar con gente en la casa, no será un gato solitario.
- Estar en contacto con personas y otros animales será beneficioso para su aprendizaje. De hecho, es vital que lo haga antes de los 3 meses de edad, de lo contrario, será un gato antisocial.
- Entre la segunda y la séptima semana de vida, es cuando más receptivo está un gato para el aprendizaje. Por esto, es conveniente aprovechar esas semanas para que tenga el mayor aprendizaje posible. Aprovecha para cortarle las uñas o tomarlo para que en el futuro se deje cargar y no se asuste (aspectos también muy ligados al primer punto sobre las costumbres).
- El castigo no funciona con los gatos. Es mejor usar modales suaves y no agresivos. Para comportamientos que no quieres que ocurran, es mejor disuadirlo de una manera sutil, como por ejemplo, rociar con agua a distancia con un pulverizador (sin que te vea, si es posible).
- En cambio, el refuerzo positivo sí es muy eficaz. Cuando tenga un buen comportamiento, prémialo con caricias o algún regaloneo para reforzarlo.
- Es importante crear un ambiente tranquilo y con el menor estrés posible. No solo será beneficioso para el gato en su día a día, sino para poder enseñarle sin que tenga distracciones.
- Las sesiones de aprendizaje tienen que ser cortas, ya que los gatos suelen perder el interés fácilmente. Por lo tanto, se debe ir directamente al grano y tener un par de sesiones cortas durante un mismo día.
- Terminar las sesiones de aprendizaje con un refuerzo positivo ayudará con el aprendizaje del gato.
- El juego es muy importante para ellos. No necesita demasiado rato seguido, con unos 10 minutos al día (si es un gatito un poco más) es suficiente. Le ayudará a relacionarse con otras personas o animales y desarrollará sus habilidades para la caza. Eso sí, ten cuidado con usar tus manos como “juguete”, es mejor usar distintos elementos e ir introduciendo nuevos de vez en cuando. Si te muerde, aunque sea jugando, no retires la mano bruscamente, pero deja de jugar para que se dé cuenta de que eso no está bien. Puedes emitir un sonido agudo, como harían sus hermanos u otros gatos, y te soltará.
- Rascar también es una conducta natural para ellos, por lo que tener uno o varios rascadores en la casa será esencial si no quieres terminar con el sofá arañado.
- Paciencia, constancia y repetición. Son 3 actitudes fundamentales a la hora de educar a un gato.
- Piensa en 3D. Los gatos tienen la necesidad de utilizar el espacio de forma tridimensional. Así, aprovecha el espacio, también a lo alto y prepara plataformas a las que pueda trepar y descansar.
Para poner en práctica todos estos consejos es muy importante entender el lenguaje del gato y los aspectos clave sobre su comportamiento instintivo. Dedícate a conocer su psicología y sabrás cómo convivir en armonía con un gato.
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