Vivir Como Soñamos | Rosen > Especial ninos > Transforma una pieza de bebé en un dormitorio de niña
¿Tu “bebé” creció y su pieza quedó demasiado infantil? Es momento de transformar su espacio en un dormitorio de niña grande. Te damos consejos e ideas para adecuar el ambiente a las necesidades y características propias de la edad.
Cuando las niñas dejan de ser bebés y crecen, empiezan a demandar espacios más funcionales y acordes a su edad. Los papás se dan cuenta que deben dejar la cuna o los muebles de la primera infancia a un lado para darle lugar a espacios adaptados a estas nuevas “niñas grandes”.
Al pensar en este nuevo dormitorio de niña, y de cara a su constante proceso de crecimiento, es clave hablar de lo que se conoce con el nombre de decoración o amoblamiento evolutivo. Esto se refiere concretamente a la importancia de acompañar la continua evolución de los hijos, desde la adaptación de sus propios espacios de juegos y descanso.
Por eso te daremos algunas ideas para transformar la pieza de quien alguna vez fue una pequeña bebé en un dormitorio de niña, proyectado además en los años que vendrán.
La cama
El primer problema aparece cuando nos damos cuenta de que la pequeña ya no entra más en su cuna. Para esto hay dos opciones: una es escoger inicialmente una cuna funcional o convertible a la que, al cabo de un tiempo, se le pueden sacar los barrotes y accesorios y transformar en una cama convencional.
La otra opción es reemplazar directamente por una cama nueva de una plaza o una plaza y media, que nos garantice varios años de buen descanso y comodidad. Puedes elegir una cama baja, al ras del piso, para que en los primeros años no haya riesgo de golpes. Luego seguramente se transforme en un excelente sofá para las pijamadas con amigas.
Debajo de la cama puedes instalar cajones para que guarde sus pertenencias que, con los años, irán variando drásticamente. Posiblemente pase de sus juguetes preferidos, a guardar libros, luego ropa, hasta que lleguen los apuntes o guías de la universidad. En cuanto a la ropa de cama deja que las fundas de plumones, las sábanas de algodón y unos neutros cojines den el toque juvenil pero no tan infantil a la pieza de la niña.
Un armario que resista el paso del tiempo
Si en el ex cuarto de la bebé, tenias algunos muebles con cajones que eran suficientes para ordenar su ropita, con los años irán perdiendo efectividad y la niña necesitará un clóset más grande, que la acompañe en cada etapa.
Los muebles evolutivos son una excelente manera de resistir el paso del tiempo y nunca perder funcionalidad. Por eso, deberás escoger un closet con características muy especiales:
- Por un lado, de buen tamaño. Que la inversión en un nuevo mueble nos garantice una capacidad que resista el paso del tiempo.
- Colores neutros. Elige un modelo con el exterior dentro de una gama de colores aceptable cuando la niña se convierta en adolescente. Puede ser blanco, gris o beige. Al ser liso también le das la opción a que la protagonista le pueda pegar stickers que se sacan con facilidad y se pueden ir cambiando a lo largo de los años.
Paredes aptas para toda edad
Si con la remodelación del dormitorio de la niña tienes pensado cambiar el color en la pared es importante pensar en “muros sin edad”. Olvídate del rosa pastel y de los empapelados con ositos y corazones. Apuesta por una pintura neutra, en colores evolutivos, que vayan acompañando el crecimiento de la niña sin interferir estéticamente en sus gustos.
Eso sí, combina las paredes con accesorios y elementos decorativos acordes a cada edad. Lo bueno de ellos, es que puedes colgarlos y descolgarlos, reciclarlos o reemplazarlos en cualquier momento. Donde hoy hay un estante con muñecas y peluches, mañana puedes instalar un espejo, una biblioteca o una repisa con plantas de interior.
Con estas pautas básicas ya estás listo para remodelar el dormitorio de la niña. Recuerda que es importante que esta nueva pieza, además de dar respuestas a su necesidades en cada etapa, se adapte a su estilo y personalidad.
Por eso será necesario consultarle, escuchar sus opiniones y hacerla parte del proceso. En definitiva, ella será la que pase muchos años en esa habitación, creando y recreando sus propios mundos en cada momento de su vida.
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