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Consejos e ideas para elegir una cuna de bebé en base al tamaño de la habitación y de cuantos hermanitos compartan el ambiente. Es importante dar con una cuna práctica, adaptable y que optimice el espacio al máximo.
¿Cómo elegir una cuna de bebé si se tiene una habitación compartida con otras camas o si la pieza tiene pocos metros cuadrados? Si un nuevo integrante viene en camino o estás pensando en rediseñar el dormitorio de los niños, aquí encontrarás las respuestas que estás buscando.
Tipos de cuna
Existen cunas fijas, con ruedas o el típico moisés colecho, muy utilizado en recién nacidos. Lo primero que tienes que considerar antes de elegir cualquier tipo de cuna de bebé son los estándares básicos de seguridad y confort, que ofrecen la mejor experiencia de descanso al pequeño, y por consiguiente, a sus padres.
Existen varios tipos de cuna, entre las que se destacan:
- Cuna colecho: en vez de cuatro tienen tres barrotes porque funcionan como la continuación de la cama matrimonial. Es perfecta para los primeros meses de vida, ya que el bebé necesita mucho del contacto y la cercanía de sus padres y ellos tienen que renunciar a su comodidad estando en habitaciones separadas. Son regulables para adaptarlas a la altura de la cama de los adultos. Hay unas similares pero de otro material, que se llaman practicunas, de tela impermeable, muy livianas para mover, a las que también se les puede desprender un lateral para integrar a tu cama e incluso sirve como cambiador y como corralito para jugar.
- Cuna funcional: es una de las opciones más elegidas por los padres porque resuelve muchos asuntos a la vez. Además de seguras, estas cunas de bebé suelen incluir cajones en la base o debajo del colchón. Hay alternativas que vienen con lugar de almacenamiento adicional en el respaldo o en los pies, lo que las vuelve súper prácticas para quienes cuentan con poco espacio para otros muebles. Algunas se adaptan incluso a un cambiador que se ajusta entre los rieles o bien, se ubica sobre los cajones.
- Cuna tradicional: es la cuna de bebé clásica que resulta una inversión asegurada por su gran durabilidad, especialmente si tienes planeado tener más hijos. Son cómodas y seguras y hay variantes a las que se les pueden retirar las barandas para transformarlas en cama y que el niño, ya más grande, pueda continuar usando el mismo colchón y la misma estructura. Hay cunas clásicas también con rueditas, para transportar en caso que alguna noche necesites pasarlo de habitación. Este tipo de cuna son ideales para las habitaciones compartidas porque se pueden ir moviendo de lugar a medida que se agregan otras camas.
Ahora ya tienes en mente un panorama más claro de lo que ofrece el mercado. Será cuestión de evaluar cuál es el tipo de cuna de bebé que mejor se adapta a tu situación. Si quieres tener al pequeño cerca tuyo te conviene una practicuna o una de colecho. Si necesitas practicidad a la hora de transportarlo de sitio puedes ir por una tradicional con ruedas. Y si no dispones de suficientes metros para complementar con muebles adicionales, lo mejor será una cuna funcional.
Colchón para cuna de bebé
El siguiente paso será elegir el colchón. Ten en cuenta que el tamaño de las cunas suelen ser estándar (60 x 1,20 cm o 70 x 1,40 cm), de manera que una vez que elijas la más adecuada a tus espacios y necesidades, la elección del colchón será menos compleja. Solo procura elegir un colchón para cuna de máxima calidad. Lo más recomendable es que optes por un colchón que disponga de una sólida estructura interna de resortes, y con una cubierta y laterales acolchados, con relleno de poliuretano de alta densidad y fibra de poliéster, como este.
Este tipo de colchón es ideal para los bebés porque otorga una correcta alineación en espalda y cuello durante las horas de descanso. La capa de poliuretano ofrece una experiencia altamente suave al primer contacto y firme en una segunda instancia, gracias a la estructura interna de los resortes que son capaces de sostener equilibradamente el peso y la anatomía de los niños, contribuyendo a una correcta formación ósea en sus primeras etapas de crecimiento.
Es importante que el colchón que elijas también regule la temperatura del cuerpo y facilite la circulación natural del aire al interior del colchón, asegurando en cada momento una temperatura balanceada y adecuada para las horas de sueño.
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