La bronquitis es una enfermedad en la que los bronquios se encuentran inflamados. Es muy común en humanos, pero cualquier criatura con pulmones la puede desarrollar. Sí, esto incluye a los mejores amigos de las personas: los perros.
Sin embargo, como en muchas otras enfermedades, hay diferencias dependiendo de si se habla desde el punto de vista de la medicina humana o de la veterinaria. Este artículo pretende explicar las particularidades de la bronquitis en perros.
Generalidades de la bronquitis
La bronquitis, por definición, es una inflamación o irritación de los bronquios. Esta se puede desarrollar de una forma más puntual o prolongada en el tiempo. En función de esto se la conocerá como bronquitis aguda o bronquitis crónica:
Bronquitis aguda
La bronquitis aguda es la que se presenta de forma súbita. Se puede identificar por los siguientes síntomas:
- Tos (con o sin mucosidad)
- Fiebre
- Aumento del tamaño de los ganglios linfáticos (algo que ocurre cuando el sistema inmune está trabajando)
- Se podría escuchar una especie de silbido y un sonido crujiente, como el que se da al pisar la nieve.
Las causas pueden ser varias, aunque generalmente se asocia a infecciones, ya sean bacterianas, virales, fúngicas o parasitarias, siendo las dos primeras las más comunes. En casos particulares, podría asociarse a alteraciones del corazón o a la presencia de cuerpos extraños.
Bronquitis crónica
La bronquitis crónica es más prolongada en el tiempo, con una duración de meses. La tos, en estos casos, viene acompañada de expectoración. Además, la inflamación prolongada puede producir alteraciones en el sistema respiratorio de carácter irreversible. Si bien no tiene por qué ser limitante, es recomendable preocuparse de controlar su capacidad ventilatoria (de oxigenación) y la perfusión de ese perro a lo largo de su vida.
No es tan fácil determinar una causa en estos casos, porque se suele tratar de lesiones más avanzadas. Lo que sí se sabe es que hay circunstancias que favorecen su aparición:
- Cuadros de alergia.
- Inhalación prolongada de sustancias irritantes, especialmente el humo del tabaco.
- Infecciones respiratorias mal tratadas.
También se sabe que la bronquitis crónica se produce más a menudo en perros de razas pequeñas cuando alcanzan una edad avanzada.
Cómo diagnosticar la bronquitis en perros
Existen distintas maneras de explorar a un perro con síntomas de bronquitis, aunque normalmente se usará más de una para llegar a un diagnóstico definitivo:
- Auscultación: Será la primera aproximación diagnóstica. Además de ser sencilla y de rutina , permite al veterinario detectar sonidos que le hagan sospechar de alteraciones respiratorias y/o cardíacas.
- Técnicas de imagen: Estas dan una referencia visual al veterinario, ya que las alteraciones estructurales de la bronquitis dan unos patrones definidos en estas pruebas. Algunas de estas técnicas son la ecografía, la radiografía, y la broncoscopia.
- Pruebas microbiológicas: Aquí entran los lavados traqueobronquiales, los antibiogramas y los cultivos. Estos generalmente se hacen cuando ya se sospecha de una causa infecciosa.
Tratamiento de la bronquitis en perros
Algunos de los posibles tratamientos para la bronquitis en perros son:
- Administración de nebulizadores y broncodilatadores (lo que popularmente se conoce como inhalador).
- Administración de corticoides, antitusígenos y otros medicamentos dirigidos a controlar la sintomatología.
- Administración de antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios.
Para finalizar es importante recordar que este artículo es una guía orientativa. Por el bien de tu perro, no lo diagnostiques ni lo mediques sin la supervisión de personal veterinario, ya que las consecuencias podrían ser contraproducentes. Ante cualquier duda sobre la salud de tu mascota, siempre pregunta a tu médico veterinario de confianza.
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