¿Qué es un futón? Ventajas e inconvenientes

Los futones son un tipo de colchón tradicional de Japón de grosor muy fino, entre 6-7 centímetros, conocido como Shikibuton, unido a una funda (Kakebuto) y a una almohada o Makura. Los futones están fabricados con materiales naturales dispuestos en capas horizontales que van cosidos al Kakebuto o funda de algodón.

Gracias a su configuración y diseño, los futones se pueden doblar fácilmente, para poder almacenarlos durante el día, tras el descanso nocturno; de este modo se consigue ampliar el espacio para llevar a cabo otras actividades en el mismo ambiente, ya que en Japón es muy habitual que las viviendas cuenten con muy pocos metros.

Tal como marca la tradición, los futones japoneses deben ponerse directamente sobre suelos de tatami, que son esteras fabricadas artesanalmente en paja de arroz prensado.

Aunque es un tipo de sistema de descanso típico del país nipón, cada vez son más la personas que optan por esta opción en el resto de países occidentales, en su forma original o mediante la introducción de combinaciones y materiales acordes a la forma de vida de cada lugar y la tipología concreta de sus viviendas.

¿Qué son los futones occidentales?

Se trata de una adaptación del tradicional futón japonés que destaca por tener un grosor bastante superior, similar al de los colchones convencionales.

Su relleno está compuesto de algodón y espuma y, en lugar de ponerse sobre un tatami, se sitúa sobre una base de madera o metal a baja altura, y en unas medidas superiores al largo y ancho del futón.

Este tipo de elementos, por su estética, son ideales para ambientes de corte contemporáneo o rústico, en función del acabado de la madera de la base.

Además, existe la opción de elegir un futón que sea también sofá. La particular estructura del sofá permite que el futón se extienda totalmente, para disfrutarlo como un sistema de descanso confortable y ligero.

Tipos de futones

Si te preguntas qué es un futón, también querrás saber qué tipos de futones existen en el mercado:

• Futón de algodón. Se trata del tipo de futón original, fabricado artesanalmente a partir de la superposición de capas horizontales de algodón natural al 100%. Al unir estas capas con botones o nudos se consigue que las distintas capas que lo conforman no se muevan, por lo que el descanso es siempre muy placentero. Además, cabe destacar que el algodón es un material natural que destaca por ser un gran regulador térmico, con capacidad de adaptarse al frío invierno y al calor del verano. Aunque puedes encontrarlo de distintos grosores, si lo vas a utilizar a diario, te recomendamos que elijas un tipo de futón de unos 12 cm de grosor.
• Futón de algodón y cáñamo. En este caso hablamos de un tipo de futón que se confecciona del mismo modo que los tradicionales de algodón, aunque cuenta con un núcleo de tejido procedente del cáñamo, que ocupa un tercio del grosor total del colchón. El cáñamo destaca por añadir consistencia al futón, convirtiéndolo en una pieza más confortable, además de ser un material con propiedades antibacterianas.
• Los futones de lana virgen son cálidos y saludables y están fabricados de forma totalmente artesanal, utilizando una técnica original que superpone distintas capas de lana virgen cosidas a mano para evitar que la lana se deforme o se mueva. Al ser un tipo de lana que no está tratada con químicos, conserva sus propiedades naturales antibacterianas y absorbe el exceso de sudor que se puede generar durante el sueño.
• Los futones de lana y látex están compuestos por un núcleo de látex de origen natural que se recubre de distintas capas de lana, para diseñar un futón un poco más blando que el de lana virgen.
• El futón de cáñamo, algodón y látex es un tipo de colchón confeccionado también con un núcleo de látex natural al que se incorporan distintos tipos de combinaciones, por ejemplo, una primera alternativa compuesta por el núcleo de unos 7,5 cm situado entre dos capas de cáñamo y algodón, que nos proporciona un descanso más confortable y menos rígido que el del futón de algodón.
• En el caso de los futones de bambú y látex encontramos una pieza confeccionada con un núcleo de látex de 13 cm de grosor recubierto por fibra de bambú por ambas caras, en un grueso de unos 3,5 cm, por lo que obtenemos un futón de 20 centímetros de grosor total.

En cualquier caso, podemos añadir una funda exterior lavable y desenfundable, fabricada en algodón natural, de menor o mayor grosor, que nos permita mantener el interior del futón siempre en perfectas condiciones, tanto a nivel de firmeza como de higiene.

Ventajas de las camas futón

Existen distintas ventajas de dormir en un futón, entre las que destacan:

• Son piezas confeccionadas de forma artesanal, con materiales totalmente artesanales. 
• Gracias a su proceso de fabricación, en el que no se añaden sustancias nocivas o tintes químicos, podemos disfrutar de un tipo de colchón higiénico y sostenible.
• Facilidad de mantenimiento, conservando sus mejores cualidades intactas por más tiempo.
• Son ideales para departamentos o espacios de pocos metros ya que pueden doblarse y guardarse fácilmente.
• Los futones no se deforman con el paso de los años, por lo que se pueden usar durante muchos años sin acarrear consecuencias negativas para la salud de la columna vertebral y para el descanso.
• Al estar confeccionados con fibras naturales están totalmente recomendados para personas alérgicas a las fibras sintéticas.

Desventajas del futón

Una de las desventajas principales de los futones es que, aunque están cosidos y anudados para que no se deformen, cada cierto tiempo es recomendable sacudirlos con fuerza, tal y como se hacía antiguamente con los colchones, para que el algodón o la lana no se amontone en determinados lugares.

Mantenimiento del futón japonés

Es necesario mantenerlo correctamente aireado, por lo que deberías darle la vuelta por lo menos una vez al mes, especialmente aquellos futones que están confeccionados en algodón o lana virgen. De este modo, la humedad no se acumula en su núcleo.

En el caso de los futones de látex natural, tan solo será necesario girarlo cada tres o cuatro meses, aprovechando el cambio de estación.

En el caso de que tu futón sea de algodón y lo tengas sobre un tatami original de paja de arroz, te recomendamos que lo dobles de vez en cuando, para que la parte inferior del futón se airee.

Cepilla el tatami manualmente en el sentido de las fibras o utiliza una aspiradora con cuidado para que no se estropeen las costuras o el junquillo que forma parte de su fabricación. Utiliza un paño húmedo para retirar el polvo que se haya podido acumular en el tatami y dalo vuelta una vez al año.