Si te has planteado dormir sin almohada y tienes dudas respecto a los beneficios o contraindicaciones de esta práctica, este post es para ti. Conoce todo sobre este controversial tema.
Dormir sin almohada: ¿Sí o no?
Algunas personas, en cierto momento de sus vidas, eligen dormir sin almohada puesto que les resulta más cómodo para lograr un ciclo de sueño saludable. Pero, ¿Esta práctica es buena para nuestra salud? ¿Nos garantiza una correcta relajación de la musculatura, cuello y espalda?
Este tema es controversial ya que existen distintas opiniones al respecto. Algunos consideran que no es tan necesario contar con dicho soporte durante el descanso, mientras que varios expertos concluyen que es esencial para evitar molestias, desviaciones de columna, cuellos tensos o incluso reflujo ácido.
Lo cierto es que dormir sin almohada implica grandes cambios a nivel corporal, especialmente cuando ésta ha sido utilizada durante mucho tiempo. Pensemos que nuestro organismo y cuerpo aceptan como saludable una forma de descanso que hemos desarrollado de forma innata y la almohada forma parte de nuestra cultura desde hace mucho tiempo.
Además, recordemos que el objetivo de utilizar una almohada consiste en entregar una mayor relajación a la musculatura del cuello, garantizando siempre un correcto alineamiento de la columna. Por lo tanto, este beneficio solo se consigue cuando rellenamos el hoyo que se genera al acostarnos sobre el colchón.
Entonces, la clave es conocer nuestro propio cuerpo, peso, malestares o padecimientos para elegir el tipo de almohada que se adapta precisamente a nuestras necesidades.
Evita dormir sin almohada y elige la adecuada para ti
Es importante comprender que, para obtener un buen descanso, debemos optar por la almohada que se adapte a nuestro cuerpo, a la posición más frecuente que tenemos para dormir y a nuestras necesidades físicas.
La almohada ideal es aquella con la cual te sientes más cómodo al apoyarte sobre ella, por eso es esencial recibir asesoramiento en la tienda donde decidas comprarla ya que debe ser precisa para ti.
Una investigación desarrollada por expertos de la Universidad Rochester en los Estados Unidos ha concluido que lo más recomendable es seleccionar aquella que vaya mejor con la postura de descanso que normalmente elegimos. Es decir, cada postura del sueño ha de tener una almohada ideal. ¿Las conoces?
- Si duermes boca arriba, utiliza un pequeño cojín debajo de la parte posterior de las rodillas para reducir la tensión en la columna y promover la curvatura natural de la zona lumbar. En tu cabeza usa una almohada que se adapte perfectamente a la curva natural de tus hombros y cuello.
- Si duermes boca abajo se puede generar estrés en la espalda. Intenta poner una almohada plana debajo del estómago o pelvis para alinear tu columna y para apoyar tu cabeza opta por una almohada plana.
- Si duermes de lado, una almohada firme entre las rodillas evitará que se desalinee la columna y reducirá la tensión en la zona lumbar. La almohada para tu cabeza debe mantener tu columna recta y alineada.
Lo más recomendable al momento de seleccionar la almohada correcta, es realizar una consulta médica que pueda detectar dolencias o padecimientos físicos que deban evitarse y minimizarse durante las horas de descanso.
Una vez descartada alguna situación particular u obtenido un diagnóstico concreto que evite una mala elección que podría ser dañina para tu salud, acércate a Rosen y recibe asesoramiento acerca de la almohada adecuada para ti.
Contamos con productos variados y de gran calidad que se ajustan a las necesidades de cada cliente. ¡Te invitamos a conocer nuestras almohadas en la tienda online!
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