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¿Cómo bañar a un gato? 7 consejos para que no te rasguñe

bañar a un gato

Si tienes gato y nunca antes habías tenido uno, seguramente te haces muchas preguntas sobre los cuidados básicos, ¡es normal que surjan dudas! En este post vamos a resolver algunas cuestiones relativas a la limpieza de los gatos; concretamente sobre el proceso de bañar a un gato.

Bañar a un gato: ¿Es  necesario?

Es sabido que los gatos son mascotas bastante independientes. Uno de los aspectos en los que muestran esta independencia es la higiene, con la que, por lo general, tienen un gran cuidado. Son animales aseados y no suelen estar sucios, pues ellos mismos lo consideran como algo importante. Por ello dedican gran parte del día a su limpieza, usando una herramienta que les resulta muy útil para esta tarea: su lengua. 

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La lengua de los gatos tiene unas papilas gustativas especiales, de forma espinada. Gracias a esta forma, pueden limpiar y cepillar su pelo, además de quitar suciedad, como el barro, el pelo suelto, parásitos o plumas. 

Debido a esta gran pulcritud, los gatos apenas necesitan una ducha o un baño. Pero, por si se da un caso de necesidad, aquí tienes algunos consejos sobre bañar a un gato.

Consejos para bañar a un gato

Aunque bañar a un gato sea algo que harás pocas veces, es mejor seguir una serie de orientaciones. Normalmente, se procede a bañar a un gato porque está enfermo, tiene alguna herida o ha tenido una lesión y no puede limpiarse por sí mismo. Estos son algunos tips para cuando esto ocurra y tengas que bañar a tu gato:

Ten todo preparado y a mano

Una vez que ya te metas en el baño, es posible que no puedas dejar solo a tu gato. De hecho, es recomendable. Es importante que, para bañar a un gato, tengas todo lo que necesites a mano: toalla, champú, cepillo, etc. También debes tener preparada una buena dosis de paciencia. La necesitarás, ya que bañar a un gato no suele ser tarea fácil.

Si puedes, busca ayuda 

Es mejor tener ayuda que bañar a un gato una sola persona. Así el gato estará más calmado, siempre y cuando la compañía sea agradable para el gato, claro está. Lo más importante es que el gato esté cómodo y lo menos nervioso posible.

Vigila bien la temperatura del agua y del ambiente

Debes controlar que la temperatura, tanto del baño como del agua, sean óptimas. Ni muy fría ni muy caliente, una temperatura agradable. Y mejor el calor que el frío. A muchos gatos no les gusta el agua, por lo que toda comodidad será poca para ellos. Una buena temperatura para el agua son unos 30 grados.

Cepíllalo antes del baño

El objetivo es sacar el máximo de pelo muerto y así hacer más fácil el baño del gato. No es necesario que sea exactamente antes del baño, puede ser unas horas antes, o incluso el día anterior. Así reducirás su estrés.

Protege los oídos del gato

Antes de empezar a bañar a un gato, protege sus oídos con bolas de algodón para evitar que le entre agua. El líquido en el oído puede causar problemas a los gatos, por lo que protegerlos nunca está de más. Y, sobre todo, nunca le sumerjas la cabeza en el agua.

En el momento del baño...

Para empezar a bañar a un gato, mójalo del cuello hacia abajo, para que no se agobie. Una vez mojado, aplica el jabón y deja que actúe 5 minutos, o el tiempo necesario. Aclara bien con agua. Esta parte es importante, pues los restos de jabón pueden provocar picor o reacciones adversas.

No uses secador

A los gatos no les suele gustar el ruido del secador. Es mejor usar una toalla y secarlo con la máxima suavidad y dulzura posible. Puedes poner una fuente de calor cerca, como una estufa o un calefactor .

Seguramente lo más importante para bañar a un gato es la paciencia que deberás tener. Por suerte, esto no tendrás que hacerlo muchas veces, ya que es un animal muy limpio y muy preocupado por su propia higiene.

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