Vivir Como Soñamos | Rosen > Salud y bienestar > Beneficios de promover una vida saludable para niños
Al igual que sucede en la edad adulta, fomentar una vida saludable para los niños tiene muchísimos beneficios, tanto en el mediano como en el largo plazo. Inculcar en los más pequeños buenos hábitos, los ayuda entre otras cosas, a descansar mejor, a optimizar su rendimiento diario, a fortalecer su sistema inmune y a potenciar su bienestar físico y mental.
La infancia es el mejor momento para promover hábitos de vida saludable porque los niños son más permeables al aprendizaje y su curiosidad está en pleno desarrollo. Las rutinas y costumbres que los padres puedan enseñar en esta etapa sentarán las bases para un comportamiento saludable durante el resto de su vida.
A continuación, destacamos algunos de los beneficios de promover una vida saludable para niños desde temprana edad.
Prevención de enfermedades y trastornos del sueño para una vida saludable para niños
Adquirir rutinas sanas desde la infancia ayuda a prevenir enfermedades asociadas a una mala alimentación o al sedentarismo. También evita posibles trastornos del sueño, como el insomnio o el sonambulismo.
Los hábitos saludables colaboran con la estabilidad emocional de los niños, lo cual disminuye el estrés, la hiperactividad y las probabilidades de futuros comportamientos adictivos a sustancias nocivas, como el alcohol o las drogas.
Mejor rendimiento físico en el día para una vida saludable para niños
Los niños que desarrollan hábitos beneficiosos para la salud, son capaces de hacer todo tipo de actividades con mayor facilidad. Esto convierte al movimiento en un acto natural y cotidiano, lo que lo aleja definitivamente del sedentarismo.
Cuando la actividad física, cualquiera sea ésta, está presente en la vida diaria de los chicos, se está logrando desarrollar un corazón fuerte y unos pulmones muy resistentes, condiciones favorables para atravesar el día sin cansancio y con mucha vitalidad.
Control del peso y de la energía para una vida saludable para niños
La actividad de la que hablábamos en el punto anterior, ayuda a que el cuerpo de los pequeños utilice eficientemente las calorías que consume, en lugar de almacenarlas y convertirlas en grasas. Esto hace que el chico queme calorías a una tasa más alta después de cada actividad.
Administrar esta energía, a su vez, beneficia la salud cardiovascular del niño y lo convierte en un futuro adulto potencialmente sano, con menores riesgos de padecer cáncer, diabetes y sufrir algún tipo de accidente cerebrovascular. Un peso controlado y estable favorece también la disminución de la presión arterial, y de los niveles de colesterol y azúcar en sangre.
Huesos y músculos fuertes para conseguir una vida saludable para niños
Si desde edades tempranas ayudamos a los niños a adquirir comportamientos saludables de alimentación y actividad, estamos preparándolos para que, llegada la pubertad, desarrollen cuerpo con huesos sólidos y musculatura resistente.
Esta condición es especialmente importante en la vida adulta, ya que con un sistema músculo-esquelético fuerte, se pueden evitar posibles fracturas, lesiones y traumatismos o, en el caso de que sucedan, la recuperación será mucho más rápida y exitosa.
En conclusión, con una dieta variada y equilibrada, una correcta higiene del sueño desde los primeros meses de vida y la promoción diaria de actividad estamos criando niños fuertes y preparados para una vida adulta con mayor estabilidad física, mental y emocional
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