Elementos como el plumón, sábanas, cubre plumón, colcha o quilt forman parte de lo que conocemos como ropa de cama. Son muchas las opciones textiles que existen para revestirla. Pero, ¿sabes realmente qué es cada pieza? ¿Sabes, por ejemplo, qué es un cubre plumón y cuáles son las diferencias respecto al resto de la ropa de cama?
Descubre cuándo surgieron los cubreplumones, también conocidos como fundas de plumón o fundas nórdicas, y por qué se han convertido en piezas imprescindibles para arropar la cama, de forma más confortable y acogedora.
Historia del cubre plumón
Los orígenes del plumón y el cubre plumón se sitúan en el siglo XVIII en los países escandinavos, como Suecia, Dinamarca o Noruega, zonas en las que el clima es extremadamente frío, especialmente en invierno.
En estos países, en vez de usar mantas tradicionales de lana se utilizaba un tipo de saco de tela, confeccionado con el mismo tejido que la sábana bajera y la funda de almohada.
Esta funda de tela de algodón en forma de sobre se utilizaba para rellenar con plumas de pato, cerrándola con una cera especial que la sellaba, evitando así que pudieran escaparse las plumas.
Gracias a este relleno, que es muy ligero, lograban combatir el frío y la humedad característicos de la zona, creando una cama más confortable y acogedora.
A partir del siglo XX, este sistema fue extendiéndose a otros países, como Gran Bretaña, llegando prácticamente a sustituir a las mantas de lana, mucho más pesadas.
En el resto de países, el uso del relleno nórdico y el plumón es mucho más reciente, y aunque todavía no está del todo generalizado, ya son muchos los lugares en los que se apuesta por este sistema para combatir el frío, durante los meses más fríos del año.
Qué es un cubre plumón. Ventajas
Una de las ventajas principales de los cubreplumones es que resulta una pieza más higiénica, ya que puede cambiarse fácilmente para lavarla, manteniendo el plumón en mejores condiciones, por mucho más tiempo.
Utilizando un cubre plumón puedes cambiar el juego de cama completo semanalmente, de forma rápida y sencilla.
Otra de las ventajas del uso del cubre plumón tiene que ver con el nivel de confortabilidad, ya que a diferencia de las mantas tradicionales, el plumón no pesa y se adapta perfectamente a nuestro cuerpo, proporcionando el calor que necesitamos en cada momento, sin agobiarnos.
Además, gracias al uso del cubre plumón, es posible cambiar el estilo decorativo del dormitorio de manera rápida y fácil, ya que actualmente podemos encontrar fundas con motivos y estampados muy diversos: diseños lisos, bordados, de corte clásico o contemporáneo, para habitaciones de adultos y versiones infantiles, en todos los casos a juego con las sábanas y la funda de almohada o los cojines.
Algunos modelos de cubreplumones son reversibles, por lo que en una sola pieza puedes tener dos opciones de diseño distintas para revestir tu cama.
Aunque a veces puede resultar un poco complicado introducir el plumón dentro de la funda, especialmente en modelos para camas grandes, es cuestión de práctica. Con el tiempo conseguiremos que esta tarea resulte más sencilla, y a largo plazo tendrá definitivamente más beneficios que inconvenientes, permitiéndonos disfrutar de una cama más acogedora y confortable.
Si además añadimos al conjunto alguna piecera, un cubrecama o quilt, -una colcha con relleno ligero y costuras que unen las telas y el relleno creando patrones-, y algunos cojines decorativos, lograremos diseñar un dormitorio cargado de estilo y personalidad inigualable.
¿Y tú qué opinas? ¡Déjanos aquí tus comentarios!