Beneficios del vínculo entre niños y mascotas

El vínculo entre niños y mascotas va mucho más allá de un par de horas de juego al día. Adoptar una mascota y tomar la decisión de incorporarla a la familia es una gran responsabilidad. La llegada de un animal puede representar un montón de enseñanzas para los más pequeños, que los marcarán para siempre e influirán en su vida adulta.

Cuidado, sentido de la responsabilidad, establecimiento de rutinas, empatía, desarrollo de emociones y socialización son tan solo algunas de las características que supone el vínculo entre niños y mascotas. 

La base para que esta relación sea mutuamente beneficiosa, es ayudarlos a comprender que el animal no es un juguete más, sino un ser vivo que hay que respetar, cuidar y amar como un miembro más de la familia. ¡Es un hermanito con 4 patas!

Principales ventajas del vínculo entre niños y mascotas

Ante la responsabilidad de cuidar una mascota, el niño desarrolla una serie de habilidades que lo formarán para siempre. Por eso es muy aconsejable traer un animal de compañía a las familias cuando aún hay niños pequeños. 

Siempre con la supervisión y la mirada adulta, es clave que los más pequeños aprendan a cuidarlo, limpiar sus necesidades, colaborar con su baño y con su alimentación diaria. A los padres les quedará la responsabilidad de establecer pautas claras de convivencia, y definir los espacios propios para que cada uno tenga su privacidad. 

Si bien es lindo que niños y animales compartan muchos momentos de juego y ocio, es importante que la mascota tenga su propia cama y zona de descanso, que disponga de un comedero y bebedero fijos, o incluso que tenga sus propios juguetes, sin mezclarlos con los de los niños.

Con ciertas pautas establecidas, los beneficios del vínculo entre mascotas y niños son muchos. Entre ellos los siguientes:

Transmiten valores

Tener una mascota los ayuda a desarrollar ciertos valores fundamentales para la vida, como la empatía, el compañerismo, la incondicionalidad, el respeto, la responsabilidad y la compasión. 

Reducen el estrés

La relación entre mascotas y niños es una de las mejores herramientas para el desarrollo emocional de los más pequeños. Los ayuda a trabajar en su autoestima y confianza porque su cuidado los “obliga” a ir tomando pequeñas decisiones. Es un vínculo que, además, reduce los niveles de estrés y de ansiedad que pudieran ocasionar en el niño otras situaciones, como por ejemplo las pantallas de los celulares.

Brindan una mayor sensación de seguridad

Al contrario de lo que suele pasar con los adultos a cargo, las mascotas no son las que ponen las reglas ni las encargadas de marcar las pautas de los niños, además de que saben perdonar muy rápido. Esto, sumado a la impronta guardiana que suelen tener los animales domésticos, hace que los más pequeños sientan una profunda sensación de seguridad y apego. Con ella, se sienten a salvo.

Fomenta la socialización

Los niños afectivamente ligados a una mascota desarrollan mayores capacidades de relacionamiento con otras personas y sabrán crear vínculos genuinos y duraderos. Además, los animales son un buen motivo de intercambio y conversación. Basta con salir a pasear en familia para que pronto se acerquen más niños a querer acariciar a la mascota y se generen ahí constantes relaciones.

Si estás pensando en adoptar una mascota, no lo dudes más. ¡Los niños serán los principales beneficiados!