Vivir Como Soñamos | Rosen > Columnas > Alergias primaverales: cómo impactan en tu energía y tu descanso
Con la llegada de la primavera, aparecen las ganas de disfrutar al aire libre. Hay un poco más de calor y el nacimiento de las flores, parece alegrarnos. Sin embargo, para quienes sufren de alergias estacionales, esta época también puede traer síntomas incómodos que van más allá de la congestión nasal o los estornudos: pueden afectar directamente al cerebro, al sueño y al nivel de energía.
El impacto en el sueño y la energía
La rinitis alérgica y otros síntomas asociados producen inflamación de las vías respiratorias, lo que dificulta respirar con normalidad. Esto se traduce en despertares en la noche, ronquidos, un sueño menos reparador, por lo tanto, menos energía al levantarse. Al no descansar bien, el cerebro no completa de forma adecuada sus ciclos de recuperación, lo que genera cansancio, dificultad para concentrarse e incluso cambios en el ánimo.
Es decir, las alergias no solo afectan las vías respiratorias, también afectan tu rendimiento del día a día y tu calidad de vida.
Efectos neurológicos indirectos
Cuando el organismo está en un estado de reacción alérgica constante, libera histamina y otras sustancias inflamatorias que generan fatiga. Esta “sobrecarga química” puede hacer que te sientas somnoliento, irritable o con menor capacidad de retener información. Es frecuente que pacientes con alergias describan una sensación de “cabeza nublada”.
Consejos prácticos desde la neurología
Aunque no siempre podemos evitar el polen o el polvo, sí es posible reducir el impacto en
nuestro cerebro y descanso:
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Mantén la higiene ambiental: ventila en las horas de menor polinización (mañana o noche), utiliza fundas de almohada antiácaros y lava la ropa de cama con regularidad.
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Cuida la rutina del sueño: acuéstate y levántate a la misma hora, evita las pantallas antes de dormir y crea un ambiente oscuro y fresco en tu dormitorio.
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Hidratación y ejercicio: beber suficiente agua ayuda a fluidificar secreciones, mientras que la actividad física moderada mejora la oxigenación cerebral y reduce el estrés.
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Consulta médica: en algunos casos, el uso de antihistamínicos de última generación o tratamientos específicos como la inmunoterapia pueden marcar la diferencia. Siempre deben ser indicados por un especialista.
Invitación al autocuidado
La primavera puede ser una estación desafiante para quienes viven con alergias, pero también es una oportunidad para reforzar el cuidado integral de la salud. Como neuróloga, veo a diario cómo el buen descanso y la energía mental dependen de pequeños hábitos y de tratar las condiciones de base, como las alergias. Escucha a tu cuerpo, cuida tu entorno y no subestimes el impacto que estos síntomas pueden tener en tu cerebro.

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