¿Qué es la salud cognitiva?

Hace pocos días celebramos el Día Internacional del Sueño, instancia para reflexionar sobre la importancia del buen dormir a lo largo de nuestra vida. Un hábito tan importante que nos permite prevenir enfermedades crónicas, como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares, y cuidar nuestro estado afectivo y la salud cognitiva.

La salud cognitiva se refiere primeramente a procesos de memoria adecuados. El recordar y aprender tiene ciertos requisitos que, aunque pueden parecer redundantes, merece la pena aclarar. Para adquirir un nuevo conocimiento es fundamental estar despierto con una vigilia de calidad, lo que nos permitirá prestar atención. Estaremos de acuerdo que es complejo aprender cuando estamos somnolientos. Otro pilar que apoya nuestro proceso cognitivo es nuestra motivación por el nuevo conocimiento y aquí converge nuestro estado afectivo, porque nuestros recuerdos están ligados a emociones.

¿De qué manera incide el sueño en la salud cognitiva? Cuando uno padece de un trastorno del sueño, se observan en los estudios de imágenes funcionales cómo en el cerebro están desconectadas un área de la otra, y no hay una buena comunicación entre las neuronas.

Si tienes un mal descanso, vas a estar cansado, inatento y distraído. El sueño por otro lado es un regulador emocional, es decir, nos hace más empáticos, tolerantes y nos limpia de los afectos negativos. Una persona ansiosa e irritable puede ver afectada su motivación y capacidad de aprender.

Hay trastornos del sueño, como el ronquito y la apnea del sueño que son un caso particular por el mecanismo por el cual impiden que nuestro descanso sea el adecuado.

¿Qué pasa cuando los padeces? No se oxigena bien el cerebro, afectando su adecuada irrigación y dañando neuronas. Ha demostrado ser un factor de riesgo para enfermedades como demencia tipo Alzheimer o accidentes cerebrovasculares.

¡Pero no todo está perdido! El sistema nervioso es plástico, y cuando uno trata el trastorno de sueño, las neuronas se vuelven a conectar y reproducir. Así recuperamos nuestra salud cognitiva.