Barnizar madera es una de las actividades más comunes entre quienes disfrutan de las manualidades y la decoración autodidacta. Es una técnica que sirve para proteger cualquier tipo de madera tanto de muebles como de otros elementos decorativos de interior y exterior.
A continuación veremos el proceso paso a paso. Si bien es sencillo, tiene ciertos trucos y técnicas que te ayudarán a conseguir un resultado perfecto en el barnizado de tus maderas.
Antes de empezar con el barnizado
Primero deberás conocer muy bien las características de la madera ya que no son todas iguales. Los aspectos que más debes revisar son su textura, porosidad, densidad y nivel de desgaste. Si es muy vieja primero deberás limpiarla, pasándole una lija y luego un trapo con detergente para eliminar los restos.
Por su parte, el nivel de porosidad te permitirá elegir el barniz indicado. Cuanto más porosa sea la madera, mayor cantidad de barniz necesitarás. Se calcula aproximadamente 1 kg de barniz por cada 10 m³.
Finalmente, la decisión de la brocha también es importante. Procura usar una plana de buen tamaño, y reserva un pincel pequeño y redondo para darle el toque final a los detalles más mínimos. Ahora sí, ¡Comencemos a barnizar la madera!
Paso a paso para barnizar madera
El proceso para barnizar maderas se compone de 8 pasos y son los siguientes:
Elegir correctamente el tipo de barniz
Como se dijo anteriormente, la elección del barniz dependerá 100% del tipo de madera con el que trabajemos. Si se trata de un mueble o una madera sensible, se recomienda usar un barniz de calidad. Puede ser un barniz nitrocelulósico, que aporta un excelente acabado y brillo final.
Si hablamos de maderas que estarán expuestas al exterior, opta por un barniz sintético que cuente con filtro UV. Recuerda que el sol, la lluvia y el viento son factores que exigen una alta protección para la madera.
Si lo que quieres es barnizar pisos de madera, peldaños, tarimas o cualquier otro mueble que recibirá un uso intenso, el barniz poliuretánico es la mejor elección, por su resistencia y dureza. Es apto para casos de alto tránsito y roce.
Preparar y limpiar el lugar de trabajo
Ahora que ya tienes tu barniz, es momento de preparar el área de trabajo. Debería ser bajo techo, pero luminosa y con buena circulación de aire. También es importante el clima: no barnices los días de lluvia ni de viento. Los mejores son los días cálidos, con temperaturas a partir de los 20°C.
Limpia tu espacio antes y después de lijar (punto 3) para que quede libre de polvo y de cualquier partícula que vuele por el aire y pueda adherirse al barniz durante la aplicación y el secado.
Lijar la superficie de madera
Ya sea una madera virgen o una que ya tiene alguna capa de barniz o pintura, debes preparar la superficie. Pasa una lija fina muy suavemente por la madera para alisar y quitar cualquier aspereza que pudiera tener.
Se recomienda lijar en el sentido de las vetas, así no se raya la superficie. Una vez que está terminado, pasa una brocha seca y luego un trapo húmedo para quitar el polvo. Y recuerda nuevamente limpiar todo el espacio de trabajo para la siguiente fase.
Aplicar sellador o tapaporos
Es un paso especialmente indicado para maderas muy densas o para pisos. En los demás casos se puede aplicar directamente el barniz y saltar este paso. Lo que hace el sellador es otorgarle a la madera una mejor adherencia, es decir, ayudarla a que fije mejor el producto y que el acabado final sea perfecto.
El sellador o tapaporos se pasa por la madera lijada con una brocha suave, como si la estuviésemos pintando. Con una única capa que cubra toda el área a barnizar ya es suficiente.
Dar la primera mano de barniz
Llegó el momento de pasar la primera capa de barniz en tu madera. Lee bien la etiqueta y las indicaciones del fabricante respecto a la dilución del producto. Suele rebajarse con un 10 a 20 % de disolvente, según la marca. v
Asegúrate de cubrir la totalidad de la superficie con una primera mano de barniz y que las últimas pinceladas que des sean en la misma dirección que las vetas de la madera, así queda prolija. Al terminar, deberás esperar al menos 24 hs para que seque completamente.
Lijar entre mano y mano
Para que las próximas capas de barniz se adhieran y le otorguen a la madera un aspecto de mayor suavidad y brillo, será necesario lijar entre mano y mano. Para ello, usa una lija manual (entre 180 y 240) que servirá para quitar cualquier partícula que dote a la madera de cierta aspereza.
Además, el lijado entre mano y mano ayuda a preparar la superficie para la siguiente capa y hacer que ésta adhiera mejor. Al terminar, limpia la madera con una brocha y luego con un paño húmedo.
Aplicar las siguientes capas de barniz
Continúa el proceso de barnizado, a partir de aquí ya sin necesidad de diluir el producto, sino aplicándolo directamente desde el envase. Recuerda esperar al menos un día entre mano y mano para que seque bien. La cantidad de manos dependerá del brillo y la protección que busques para tus maderas.
A modo orientativo, ten en cuenta que para muebles en buen estado ya barnizados basta con una mano. Para los muebles nuevos, tanto de interior como de exterior se recomienda al menos tres capas. Y si quieres obtener una capa muy gruesa y brillante de barniz, deberías aplicar al menos cuatro.
Respetar los tiempos de secado
Para lograr un buen acabado de tus muebles de madera, es clave el tiempo de secado final. Para esto consulta las indicaciones del fabricante y respeta los plazos antes de tocar, rozar o poner algún elemento por encima. En muchos casos, el secado final puede lograrse recién a los 7 días.
Finalmente, recuerda que para mantener la madera en buen estado, con aspecto brillante y protegida de los agentes externos, será necesario que renueves el barniz al menos cada dos años. Si se mancha o se da vuelta algo sobre ella, límpiala inmediatamente, ya que si se deja pasar mucho tiempo, esa marca será muy difícil de eliminar.
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